LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE

El relato cuenta la historia de un hombre que vive en París y que conoce a un joven caballero llamado C. Auguste Dupin, procedente de familia noble, muy reflexivo y atento al más mínimo detalle. Pero una serie de problemas lo llevaron a la pobreza de tal manera que esto lo llevó a alejarse del mundo y despreocuparse por recuperar su fortuna.   

El narrador de la historia, cuyo nombre no se sabe, y C. Auguste Dupin coincidieron varias veces en una biblioteca lo que hizo que en este despertara su curiosidad sobre Dupin y decidiera conocerlo, una vez conocidos ambos decidieron que era buena idea irse a vivir juntos a una mansión abandonada en París. Una noche, leyendo una edición de la Gazette des Tribunaux, una noticia sobre extraños asesinatos cometidos despertó la curiosidad en ambos, y decidieron encargarse de la investigación por el asesinato de dos damas de la nobleza de Francia, Madame l'Espanaye y Mademoiselle Camille, madre e hija. Estas dos damas fueron encontradas en su casa mutiladas, y el asesinato no abunda de pistas para encontrar al homicida. Según las investigaciones de la policía, Adolphe Lebon es el presunto asesino por haber sido el último individuo en ver a las víctimas con vida.

Dupin llega a ofrecer una explicación que demuestra que Adolphe Lebon  había sido acusado de manera injusta, y llega a la conclusión de que lo único que ha podido realizar tan terrible crimen es un orangután, decide poner un anuncio en el periódico en el cual decía que un orangután había sido encontrado y para recuperarlo había que ir a su casa. Dupin descubrió que el dueño del orangután era un marino francés, dueño de un barco, y envió una correspondencia al marino, donde había escrito que ellos tenían al orangután y que si lo quería que se pusiera en contacto con él.

Al día siguiente apareció un hombre con bigote y patillas, alto, musculoso, robusto, con acento suizo y aspecto de marino. Por la forma en la que entró reclamando a su animal se pudo deducir que efectivamente era el dueño del orangután. Le ofreció asiento al marino y se propuso hablar con él sobre el asunto del asesinato. Este le contó que, durante un viaje al archipiélago índico, un grupo del que formaba parte desembarcó en Borneo, y entre él y su amigo capturaron a un orangután, pero, su compañero falleció y quedó como dueño único del orangután. 

Logró encerrarlo en su casa de París donde lo mantenía cuidadosamente recluido para no despertar la curiosidad de sus vecinos. Un día el marinero llegó a casa y vio al orangután con una cuchilla en mano y enjabonado tratando de imitar el comportamiento de su dueño afeitándose, pero en un descuido el orangután escapa por la ventana y huye hacia casa de el dueño trata de ir en su búsqueda y sube a casa de Madame L' Espanaye provocando así su asesinato.

El desenlace cuenta con la liberación del hombre acusado y la venta del orangután a un parque zoológico.

Personalmente, la obra nos ha gustado, ya que es una novela policiaca, pero el inconveniente es que el final podría haber sido más sorprendente y los diálogos más entretenidos, pero, por lo demás la novela está bastante entretenida. Yo le doy un 7.